Responsabilidad social/ La columna J

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“Tener fe en los ideales y esperan en realizarlos por amor a la humanidad”

Estimado lector de LJA.MX con el gusto de saludarle como cada semana, aprovecho esta ocasión para hablar de la responsabilidad social ya que es un concepto que evoca al loable comportamiento de los seres humanos, nos encontramos en un momento histórico de verdaderas catarsis sociales y existenciales en donde la perspectiva social e individual deben de tener elevadas dosis de conciencia y de disposición para enfrentar los retos de un mundo posmodernista. El tener responsabilidad implica e involucra factores sociales, filosóficos, fraternos, del mismo modo aduce a una disposición y a una perspectiva para identificar los desequilibrios que se presentan en de manera categórica.

Vivimos en un mundo globalizado, en donde las personas constantemente son víctimas del reloj, prisioneros de un consumismo irreal y verdaderamente ilógico, cada época se distingue por tener diferentes ritmos en sus procesos y devenires, no obstante en las últimas década las velocidad con la que fluya la información, la velocidad con la que se desplazan los seres humanos ha provocado que el propio sistema económico neoliberal sustituya atribuciones básicas e inherente al comportamiento humano congruente. Cuando únicamente se persigue el materialismo la ideología se disminuye, los estilobatos de la educación pasan a estar en un segundo grado y casi en una retrogradación producto de los sucesos sociales.

Si la filosofía esgrime sobre el sustento retórico del conocimiento, la ciencia evoca a un método y un desarrollo progresivo sobre los elementos que involucran a una circunstancia. La interpretación de la realidad parte primeramente de asimilación que se produce con la observación. Finalmente existe una observación inmersa en un proceso de asimilación cognitiva, es decir, existe tal y como menciona Maturana un criterio de validación sobre las circunstancias

Las mediciones cualitativas y cuantitativas sirven para poder determinar la estructura, construir una validación no es nada simple, es verdaderamente una elaboración metódica y progresiva que atiende a los principios de orden. La información que se presente debe de estar debidamente sustentada y argumentada, de lo contrario se incurre en una inconsistencia científica, incluso dentro de los términos jurídicos que atrevo a mencionar que toda investigación debe de estar verdaderamente bien fundamentada.

La responsabilidad social, el bien común y la justicia social, son conceptos que deben aparecer de manera paralela en los fundamentos de investigación, es una parte propiamente moral que le da al científico una posibilidad inefable.

La ciencia nos sirve para interpretar y dar explicación a lo que nos rodea y somete. Las percepciones resultan en fragmentos de la realidad, el progreso humano puede ser aspiracional pero no utópico. Debe ser alcanzable, medible y comprobable. Sería extraordinario que existiese más ciencia en el ámbito político.

Los valores en la sociedad se van difuminando, van cambiando con base en la tesitura que se presenta, no es casualidad que las enfermedades de las últimas décadas tengan que ver con enfermedades mentales, con depresiones, con elevadas cifras de suicidios, el común denominador nos lleva a diversas reflexiones, sin embargo, con ciertas posturas liberales se está excediendo la proporción de la libertad en libertinaje, el núcleo de la familia se reduce en su número de integrantes, y las instrucción y el cuidado formativo tanto académico como educativo tiene una área de oportunidad verdaderamente considerable.

El pensador Gillie Lipovetsky expresa y aduce que la educación es el camino para poder reestablecer una serie de pormenores y de problemáticas marcadas ante la ausencia de responsabilidad social, en la medida en que las personas tienen bases sólidas en su educación tienen mayores alcances para tener una vida de orden y progreso apegados a la virtud, como bien se dice por la educación se asciende a la libertad, por la ignorancia se desciende a la servidumbre. La educación del mismo modo construye castillos a la virtud y cava pozos a la ignorancia.

Es menester dilucidar un modo de interpretar los momentos actuales, en los que se dice que malos tiempos hacen hombres buenos, hombres buenos hacen buenos tiempos, buenos tiempos hacen hombres débiles, hombres débiles hacen malos tiempos y malos tiempos hacen hombres buenos.

Es interesante analizar los alcances que tenemos en estos días en cuanto a información se refiere, pero justamente existe una gran cantidad de desinformación, o de falsas creencias.

Estimado lector, la siguiente semana continuaremos con este tema tan relevante, espero que tenga una excelente semana.

In silentio mei verba, la palabra es poder.

Autor: Roberto Ahumada